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EXITOSO CONCIERTO DEL PIANISTA PERUANO VLADIMIR VALDIVIA EN BERLÍN

El Pianista peruano Vladimir Valdivia dio un hermoso concierto en la Sala Otto Braun de Berlín. Un doble regalo: se trató de un regalo de la Embajada del Perú en Alemania para el Instituto Ibero-Americano de Berlín, con ocasión de su 75. aniversario, y para el numeroso público que asistió a esta velada, ya que fueron momentos llenos de magia por la música interpretada por él. Con cierto romanticismo interpretó Vladimir Valdivia la „Fantasía cromática y Fuga“ de Bach, al inicio de su recital, resaltando el elemento improvisatorio y poniendo así al descubrierto la poesía y fantasía de esta composición. El propósito de su interpretación se pudo apreciar luego con mucho más claridad con la colorida armonía de las „Danzas españolas“ de Enrique Granados, o con la grandeza y expresión impulsiva de su interpretación brillante de la „Suite Española“ de Isaac Albeniz.
Vladimir Valdivia otorga vitalidad a cada pieza musical con una impetuosa carrera sobre el teclado con el brío correspondiente. Así, con mucha habilidad teje las figuras de las escalas veloces sin que la estructura de la composición pierda la forma musical. Al interpretar las obras musicales de Chopin, Schubert, Liszt, o de otro cualquier otro compositor, demuestra su gran talento técnico, provocando en forma expresiva y apasionada un extasis pianístico. Para este artista peruano es muy importante despertar el interés por compositores poco conocidos en Europa. Por ello mismo, incluyó obras del venezolano Moisés Moleiro y del Peruano Miguel López Mindreau, interpretándolas con toques llenos de pasión y con una finura equilibrada en la que se concentra la intensidad con que interpreta cada composición. Al término de su presentación interpretó Valdivia su transcripción de „El Condor pasa“ y el „Carnaval de Arequipa“, que interpretó con gran emoción y cuya interpretación fue premiada con un interminable aplauso. Realmente fue una hermosa velada de piano que causó una gran alegría a los amigos de la música.

EL HERALDO DE BERLÍN, 02/11/2005


Exitoso concierto con Vladimir Valdivia en Cannstatt

Muy raras veces el público pide autógrafos en los conciertos en Cannstatt. El pianista Vladimir Valdivia entusiasmó a sus oyentes tanto que inmediatamente después de finalizado el concierto tuvo que sacar el bolígrafo varias veces. No solamente pidiendo autógrafos, sino también con un gran aplauso el público de Cannstatt mostró al pianista lo entusiasmado que estaba con su presentación. El pianista peruano, por su parte agradeció al público añadiendo a su programa cuatro piezas más. En su anterior viaje musical con el piano, el pianista demostró no solamente su extraordiniario dominio interpretativo de las obras de Mozart, Schubert, Chopin y Liszt, sino también las de Granados, Moleiro y como punto culminante, su destreza técnica con la „Danza ritual del fuego“ de Manuel de Falla. Entre los oyentes y el artista se produjo un verdadero diálogo espiritual, que indujo a Valdivia a otorgar frases halagadoras a su público al finalizar el concierto. Valdivia, quien reside en Gablenberg, nos muestra con su carrera musical que también se pueden conquistar los escenarios internacionales de la música desde Stuttgart. Él no solamente da conciertos con un gran éxito en Alemania, sino también en Italia, Francia, Suiza, EE.UU., y Japón.

Cannstatter Zeitung 11/02/2003


RECITAL DE VLADIMIR VALDIVIA

Leonberg. El pianista peruano Vladimir Valdivia dio el viernes por la noche una bella velada de piano presentando un programa variado en los salones del Dr. Klaus Neugebauer. Resaltando su mayor interés con una conversación muy amena con su entusiasmado público. Para el artista lo más importante es despertar el interés por compositores pocos conocidos de Sudamérica en Europa. En sus apreciaciones destacó lo importante que es para el intérprete poseer tanto una identidad musical inconfundible como un estilo singular, especialmente, en tiempos en que la industria musical está predominada por el perfeccionismo que la hace cada vez mas similar. Con dos de estos maestros poco conocidos se presentó en su concierto. Uno de ellos, Moises Moleiro, trabajó como profesor de piano en Caracas (Venezuela). Las veloces escalas de su Sonatina armonizan considerablemente con los elementos tradicionales europeos de la Sonata tradicional del siglo XVIII. Con mucha habilidad teje las figuras de las escalas veloces sin que la estructura de la composición pierda la forma musical. Moleiro enriquece esta pieza con ritmos de su patria aumentando así su impresionante fuerza. Valdivia otorga vitalidad a esa impetuosa carrera sobre el teclado con el brío correspondiente. Con la Toccata de Antonio Tauriello Valdivia demuestra su gran talento técnico. Expresivo y apasionado provoca de forma arrebatadora un éxtasis pianístico. El mismo efecto se pudo apreciar especialmente en la Polonesa Heroica Op.53 de Chopin. Con un toque pleno de pasión y de una fineza equilibrada en el que se concentra la intensidad con que interpreta estas piezas. Con cierto romanticismo Valdivia interpretó la Fantasía Cromática y Fuga de Bach. El propósito de su interpretación se pudo apreciar con más claridad con una de las piezas que añadió a su programa. El exitoso concierto llegó a su apogeo con la melancolía cautivadora y la colorida armonía de la danza española „Oriental“ de Granados. O quizás con la grandeza y la expresión impulsiva con la que interpretó „Asturias“ de Albeniz, absolutamente brillante.

LEONBERGER KREISZEITUNG 22/07/2002

ENTRE ENSUEÑO Y VIRTUOSIDAD

Ismaning. En el año 1717 un Príncipe Obispo de Freising mandó a construir como residencia de verano el „Palacio Ismaning“ an el que, actualmente, se encuentra la sala de conciertos más hermosa y acogedora de la región de Munich. Pero también los conciertos organizados bajo la dirección de Paul Eigendorf tenían un toque especial. Ahora esta época pertenece al pasado, el recital de piano de Vladimir Valdivia fue el último de los conciertos organizados por Eigendorf en el Palacio de Ismaning. Eigendorf no solo escogía a los solistas si no también los asesoraba llevándolos a presentar programas en los que podían hacer resaltar sus cualidades especiales. Como se observó claramente en el concierto del pianista peruano Vladimir Valdivia. No con Mozart sino con la Fantasía Cromática y Fuga de Bach inició su programa, pues con esta pieza se pudo apreciar una interpretación extraordinaria como excelente de esta obra. Valdivia resaltó el elemento improvisatorio descubriendo en la virtuosa composición poesía y fantasía. Esto fue increiblemente hermoso y realmente emocionante. Seguidamente Valdivia interpretó 4 Impromptus Op.90 de Schubert lleno de musicalidad y virtuosidad. Sin lugar a dudas, en esta noche de verano, „Lo Popular“ que Leopoldo Mozart en varias ocasiones, reclamaba a su hijo, no se quedo a atrás. Se pudo escuchar la Danza española No.5 de Granados, muy famosa, Sueño de amor de Liszt, el Nocturno Op.27 No.2 y la aún más popular y conocida Polonesa Op.53 de Chopin, asi como, Asturias de Albeniz. Siendo éste un típico programa de verano en la antigua residencia de Ismaning. Para finalizar, Valdivia presentó recuerdos traídos de Sudamérica. Una sonatina de Moleiro de Venezuela y una estupenda y virtuosa Toccata del compositor argentino Tauriello. Esto fue precisamente lo que se esperaba de un pianista sudamericano en un concierto en el Palacio de Ismaning bajo la dirección de Eigendorf. Con una de las piezas que Valdivia añadió a su programa, una improvisación del folklore peruano, la alegría del público alcanzó su plenitud, en un recital que oscilaba entre ensueno y virtuosidad.

SÜDDEUTSCHE ZEITUNG 05/07/2002


„Energía y suavidad interpretativa a la vez“
Vladimir Valdivia dio un recital en la Asociación Wagner de Warmbronn


Un joven pianista, entre nosotros muy poco conocido, dio el domingo un concierto impresionante, merecedor de un mayor interés, sin lugar a dudas. A pesar, de la poca asistencia de público, Valdivia recibió muchos aplausos al final de un concierto cuyo nivel fue elevandose cada vez más. Al inicio la Fantasía cromática y Fuga de Bach: aquí impresionó la virtuosidad del pianista quien dejo volar sus dedos sobre el teclado, con romanticismo y quizás mucho pedal interpretó Valdivia esta composición. A continuación la Sonata en Re mayor de Mozart brilló con sus virtuosas escalas. La pulsación fue elegante y fina, y a la vez sutil y rica en matices. Muy bellas también fueron las diferencias en el carácter de los temas de cada movimiento. Moderado y lírico el segundo movimiento, virtuosos y brillantes los movimientos inicial y final. En la segunda parte del programa se pudo apreciar muy claramente su mayor talento, la música romántica. Aunque, el instrumento, solamente, pudo seguir en cierta forma los propósitos del pianista, fue la interpretación de la Balada No.1 y el Scherzo No.3 de Chopin magnífica. Con una dición lírica,casi poética; un toque rico en colores y un sentimiento profundo que irradió en todo el auditorio. Para tocar Liszt se necesita fuerza en los dedos y una relajación máxima, su Vals „Mephisto“, la Balada No.2 y la Sonata „Dante“ rebosan de una técnica sumamente dificil. Vladimir Valdivia dominó estas piezas a voluntad y brindó un espectáculo grandioso e impresionante.

WARMBRONNER STIMME 14/06/2001


One of the great talents among the young pianists of today -who I am frequently an regularly concerned with, not only as an active music critic but also as pedagogue and teacher of masterclasses- of these great aspirants, Vladimir Valdivia ranks among the top players. Vladimir Valdivia is a technically perfect piano player, musically he is diversified as well as impulsive, an he also has a precise feeling for the inherent character of each composition.

STUTTGART 25 February 2000 WILHELM RIEKERT - Stuttgarter Zeitung


Eufonía sudamericana
El pianista Vladimir Valdivia se presenta en Stuttgart

Mientras que en el caso de Mozart el tiempo „Allegro“ es suficiente, Beethoven coloca un „brio“ al final, para el „Adagio“ necesita un „molto“ y finalmente el „Allegretto“ se eleva en un „Prestissimo“. Se trata de la Sonata de Mozart KV 570 de 1789 y de la Sonata Op.53 „Waldstein“ compuesta 15 años después por Beethoven y ahora interpretadas consecutivamente por el pianista peruano Vladimir Valdivia en la primera parte de su recital que dió en la sala Mozart de la Filarmonía en Stuttgart. En este caso la comparación resultó a favor de Mozart. Con escalas muy virtuosa y transparentes, fraseos concluidos con mucha fineza, exquisito dominio de la dinámica „piano“, un ritmo estable y la acertada insinuación de los latentes coloridos orquestales, caracterizaron su interpretación de Mozart, mientras que con la Sonata Op.53 de Beethoven se esperó una interpretación una tanto más elocuente y una claridad más analítica. En la segunda parte de su programa Valdivia presentó junto a las obras de Granados y Liszt piezas de compositores sudamericanos del siglo veinte, que jamás o raramente se escuchan en una sala de conciertos de este país. De forma excelente acertó con la atmósfera española de las „Escenas Románticas“ de Granados; perfectamente concentradas y poéticas le resultó las interpretaciones del „Sueño de amor“ y de „las campanas de Ginebra“ de Liszt. Continuó con la interpretación de los tres preludios Op.4, el Nocturno Op.16 y el Estudio Op.23 del compositor peruano Alejandro Bisetti en la que Valdivia se sintió en todo su elemento. Todas estas obras fueron compuestas en los años cincuenta y se sitúan con respecto al estilo entre Chopin, Rachmaninov y la idiosincrasia sudamericana, son muestras de música epigonal, al más alto nivel y sin concesiones; sin querer ser original a toda costa , pero que sin embargo tienen mucho que expresar. Algo similar se puede decir de su interpretación fulminante de la Sonatina No.1 del venezolano Moisés Moleiro que hizo recordar a Scarlatti, un torbellino de tarantella con todas sus notas articuladas claramente: y de la disonante e impetuosa Toccata, heredada de Debussy y Bartok, del argentino Antonio Tauriello, que Valdivia con un impulso muy rítmico, hizo pasar como un huracán sobre el teclado. La interpretación del Andante del concierto en fa menor de Bach, que añadió a su programa, encantó con sus finísimos matices tonales y su contemplación meditativa y llevó a un momento de tranquilidad antes de interpretar otras piezas más de Debussy, de Falla y Liszt. Finalmente, con su interpretación virtuosa del „Polichinelle“ de VillaLobos Valdivia se llevó un enorme aplauso.

Stuttgarter Zeitung 30/11/1999


EL PIANISTA PERUANO VALDIVIA ENTUSIASMÓ A SU PÚBLICO

Gunzenhausen. Un hermoso concierto de piano causó alegría a los amigos de la música clásica. La fábrica de piano Feurich junto con el Forum de Arte de Seenland hicieron posible esta gran experiencia musical. Valdivia inició su concierto con interpretaciones magistrales de Mozart y Beethoven. Mostró su virtuosidad con la conocida Sonata de Mozart KV 331 en La mayor y la Sonata „Waldstein“, una de las más de treinta composiciones de Beethoven de esta forma musical. Aqui presentó a sus oyentes un estilo muy dinámico y distinto apartandose totalmente de lo que el oído alemán está acostumbrado a escuchar, con una acentuación bien marcada y unos tiempos veloces. Esto también hizo que la dramarturgía musical de Beethoven en la Sonata Op.53 pareciera ser otra. Especialmente, con la Leyenda No.1 y la Rapsodia húngara No.8 de Franz Liszt el pianista pudo demostrar su gran talento técnico. Con unos sonidos muy etéreos del preludio „fuegos de artificio“ de Debussy encantó a sus oyentes. Valdivia puso en evidencia su afinidad espiritual al interpretar la Romanza Andaluza de Granados con romanticismo y mucha fantasía, continuando con composiciones melódicas y llenas de ritmo como la Sonatina del venezolano Moleiro y la Toccata del argentino Tauriello. El interminable aplauso fue compensado con varias piezas más. Con el „Condor Pasa“, que el pianista interpretó lleno de emoción, hizo una reverencia a su patria Perú. Bajo las manos del músico un Estudio de virtuosidad de Karl Czerny obtuvo un atractivo propio. Finalizó con una transcripción propia del Andante de Bach. En conclusión los oyentes calificaron el concierto como „una noche de placer musical por excelencia“.

GUNZENHAUSENER ZEITUNG 13/10/1999


TOQUE SUMAMENTE POÉTICO Y ENCANTO ROMÁNTICO
El pianista Vladimir Valdivia en Leonberg

El pianista Vladimir Valdivia nacido en Lima/Perú en 1971 egresado de la famosa promoción del profesor Ludwig Hoffmann de la Universidad de Música de Munich dio un recital rico en impresiones en la fábrica de piano „Pfeiffer“ en Leonberg al que asistió una gran cantidad de público. Valdivia empezó su programa con Bach. Con la interpretación de la Fantasia cromática y Fuga logró que el inicio de estilo „Toccata“ compuesto en su mayor parte de pasajes unísonos pareciera una verdadera improvisación. Las escalas que avanzaban y retrocedían con los arpegios y acordes pudieron desplegarse de forma impresionante. Asimismo la ejecución precisa de Valdivia hizo de la Sonata en Do mayor de Scarlatti una bella interpretación muy rítmica. La triple temática de esta obra y los intervalos de quinta en el primer tema imitando a los cornos de caza alcanzaron a ser casi reales. Las perfectas escalas fueron mano en mano con los arriesgados saltos de octava. Con el Adagio en si menor de Mozart Valdivia subrayó plenamente la afinidad con Bach mediante una melancolía lírica. El Tema principal plagado de acentos disonantes, alcanzó un perfil muy claro. Los motivos de los „suspiros“ creados por medio de semicorcheas palpitantes y constantes, concluyeron en el segundo tema en Re mayor muy consolante y en un perfecto“ legato“. Finalmente Valdivia interpretó la Sonata KV 570 de Mozart como una verdadera composición del estilo tardío. Su interpretación nos conquistó con sinceridad y simpleza clásica. La música se llenó de una inocencia bella y misteriosa, libre de pasión y dolor. Después de la pausa demostró ser un intérprete legítimo de Chopin. Tanto los dos Nocturnos Op.27 No.2 y Op.62 No.1 asi como los dos Valses en Si bemol mayor y la menor fueron cautivantes por su nobleza y matices de finura. Con la Balada en si menor y los „Funerales“ se observó claramente que Valdivia es ante todo un intérprete magnífico de Liszt, estas obras fueron reproducidas con una virtuosidad extraordinaria. Asimismo la interpretación del „Sueño de amor“ fue excepcional, en ella se pudo apreciar primeramente una voz y luego el canto de los enamorados de una forma muy poética. Para finalizar Valdivia interpretó los „Fuegos de artificio“ de Debussy. Las cadenas de arpegios y los pasajes virtuosos y candentes asi como las octavas de esta obra magistral explosionaron como verdaderos fuegos artificiales tonales. El artista acompañado de un gran aplauso añadió a su programa la „Dedicación“ de Schumann-Liszt, una danza indigena de Perú y después de esta fulminante explosión del teclado, siquieron incluso un Estudio de Moszkowsky y la tercera Balada de Chopin!

LEONBERGER ZEITUNG 17/02/1998


COMPETENCIA ENTRE AMBAS MANOS EN EL TECLADO

La brillantez técnica nos conquistó: la Asociación Franz Liszt de Starnberg ofreció un recital de piano con el pianista peruano Vladimir Valdivia, ganador de varios premios. Al empezar Valdivia interpretó el Nocturno Op.27 No.2 de Chopin con fino sentimiento y absoluta devoción; la tristeza moderada de esta composición emergió de forma extraordinaria. Suavemente y con cierta melancolía el pianista interpréto los Valses en la menor y mi menor. Valdivia continuó con el famoso „Sueño de amor“ de Liszt tocando lleno de pasión pero sin descuidar en ningún instante la temática compleja de esta pieza célebre. Con la dificil Sonata „Dante“ el sudamericano demostró ser un fantástico intérprete de la obra de Liszt. Volando sobre el teclado a gran velocidad y pasando de los bajos a las notas mas altas de una forma vertiginosa mostró su absoluto dominio del instrumento. Asimismo posee un talento evidente para el contenido poético y espiritual de este compósitor romántico demostrado a cabalidad con su interpretación del „Valleé de Obermann“, cuyos virtuosos acordes, octavas y arpegios elevados hasta el Fortissimo interpretó con bravura y perfección hasta que finalmente con el útimo acorde alcanzó tranquilidad. Este genial artista recibió muchos aplausos y se despidió de forma brillante con la „Danza ritual del fuego“ de Manuel de Falla“.

STARNBERGER ZEITUNG 09/02/1998


„Un momento estelar para la música“
El peruano Vladimir Valdivia entusiasmó a su público

Schwarzwaldhochstraße. „Un momento estelar“ es una frase utilizada con cierta frecuencia para calificar una experiencia extraordinaria. Sin embargo, este fue un momento estelar para los amigos de la música que asisten a la serie de conciertos de muy alto nivel, que sin lugar a dudas organiza la Max-Grundig Klinik Bühlerhöhe, donde se presentó el maestro peruano de 26 años Vladimir Valdivia, quien reside en Alemania desde 1989. El estilo con el que Vladimir Valdivia ofrece sus interpretaciones originó un gran entusiasmo en sus oyentes. Con todo el respeto que se merece la obra y el estilo musical de las composiciones elegidas, Vladimir Valdivia demostró su gran sentido para otorgarles una dinámica y libertad creativa, dando a las piezas interpretadas un toque muy personal y inconfundible. Lo que se observó claramente, ya desde el inicio del recital con el Concierto Italiano de Bach y las 2 Sonatas de Domenico Scarlatti. Valdivia no presentó de la manera acostumbrada la Sonata KV 570 de Mozart, intencionalmente creada de forma simple. En esta Sonata nos sorprendió con una refinada agógica encantadora. Un placer musical, por excelencia, fue a continuación la interpretación de la Sonata Op.13 „Pathetique“ compuesta por Beethoven en el ano 1799. Con los Nocturnos Op.27 No.2 y Op.62 No.1 de Chopin, asi como, con las interpretaciones de los Estudios No.5 y No.6 de Paganini-Liszt y la „Dedicación“ de Schumann-Liszt Valdivia mostró su gran sentido para interpretar el caracter de la época musical romántica y puso el punto final de forma brillante y virtuosa con los „Fuegos de artificio“ y la Suite „Pour le Piano“ de Debussy. Valdivia agradeció los largos aplausos con un Estudio de Scriabin, una Transcripción propia de un Andante de Bach y con una improvisación del „Cóndor Pasa“, folklore de su patria Perú.

BÜHLER BOTE 31/01/1998


„Cascadas musicales plenas de armonía“
Vladimir Valdivia en Stuttgart

Cuatro piezas de encore tuvo que interpretar el joven pianista peruano Vladimir Valdivia, antes de que el entusiasta público le permitiera abandonar el escenario en su debut en la „Sala Mozart“ en la Filarmonía de Stuttgart. El programa con el que Valdivia se presentó le permitió mostrar todas las facetas de su talento como pianista. Valdivia empezó con la Fantasía cromática y Fuga de Bach, con un estilo muy libre, transparente y claro; iluminando su armonía con deliciosos matices e impresionando, no solamente, con cascadas musicales plenas de armonía, sino, con una recreación absolutamente convincente de los poéticos pasajes, asi como, con una versión vertiginosa de la Fuga, que por su clara objetividad, casi llegó a acercarse a Scarlatti. Continuó con una interpretación de la Sonata „Appasionata“ de Beethoven muy compacta y acertada, que en su libertad interpretativa renunciaba a todo tipo de manerismo, con un movimiento inicial distinguido por su gran pasión; un Andante plausible mediante su fina dramaturgía de la dinámica y un final tan impulsivo como brillante. Seguidamen-te, con su interpretación de la Balada No.1 de Chopin Valdivia mostró, de manera ejemplar, su gran dominio en la variación exquisita entre el rubato individual, la diferenciación dinámica y el colorido tonal. Después de una interpretación cautivante de los „Fuegos de artificio“ de Debussy, con una cierta dureza y sin concesiones, Valdivia demostró finalmente ser en primer lugar un intérprete fenomenal de Liszt. Con su interpretación de la Leyenda No.1, Primer Vals olvidado y el „Valleé d`Obermann“ parecía haber llegado a su verdadero elemento original. Sus magníficas interpretaciones desde el punto de vista técnico y con una dramarturgía plena de intensidad y pasión, son absolutas merecedoras del calificativo „grandiosas“. Igualmente con las piezas que añadió a su programa, demostró su dominio del arte de la improvisación, que en los tiempos de Liszt era de hecho una costumbre y que los pianistas actualmente ya casi no la siguen. Entre otras más, Valdivia interpretó una transcripción propia de un baile indígena de su patria.

STUTTGARTER ZEITUNG 17/11/1997


TAN VIRTUOSO COMO CAUTIVADOR

Como alumno del profesor Ludwig Hoffman el pianista peruano Vladimir Valdivia ya puede demostrar haber tenido una gran actividad como concertista. En su recital realizado en las Sala Mozart de la Filarmonía de Stuttgart, empezó con la Fantasía Cromática y Fuga de Bach con un programa que abarcó hasta el impresionismo. A pesar de que los temores son algo desconocido para él, siempre alcanza el equilibrio para frenar las emociones mediante su buena técnica. Una muestra de ello fueron el inicio en forma Toccata de la Fantasía Cromática. Sin embargo a las octavas bajas en el final de la Fuga les faltaron un poco de ímpetu, aquí parecían haberse sacrificado los excesos dinámicos casi en su totalidad a cambio de una bella sonoridad. A continuación interpretó la Sonata „Appasionata“ de manera ejemplar. Con ella logró alcanzar, sobre todo en el segundo movimiento , momentos de una intensidad soñadora, seguido por la impresionante caída precipitada de las semicorcheas en el presto final. Los dos Nocturnos Op.9 No 2 y Op.27 No 2 encantaron por la seguridad, con que Valdivia pasaba de la pura melodía, con un colorido tonal cada vez más rico, a pasiones voluptuosas. Con la interpretación del Preludio de Debussy „Fuegos de artificio“ se pudo apreciar de forma brillante el abrumador fulgor de las cadenas de arpegios, mientras que la interpretación de la Leyenda No 1 de Liszt en su intimidad salió a relucir con cadenas de trinos, arpegios y figuraciones cromáticas. El descenso de terceras en la Consolación No 3 de Liszt jamás se habían escuchado con tanta poesía como aquella noche. Igualmente brillante fue la interpretación del „Vallée d´Obermann“ de Liszt, en la cual las modulaciones contrastantes y los extremos dinámicos se escucharon de forma muy variada. Dentro de las piezas que Vladimir Valdivia añadió a su programa sorprendió con dos transcripciones propias del Andante de Bach y del Ave María de Bach-Gounod que hicieron recordar a Liszt, una ardiente danza indígena de Perú y una melancólica Mazurca de Chopin. Recibió un gran aplauso en una Sala Mozart totalmente llena.

STUTTGARTER NACHRICHTEN 17/11/1997


INTERPRETACIÓN PLENA DE EMOCIONES INTENSAS

Con el pianista peruano Vladimir Valdivia, en el Atrium de la Clínica Max Grundig, los amigos de la música llegaron a conocer a un artista joven dotado de un gran talento. Que a sus 25 años no solo impresionó con su virtuosidad técnica sino con un estilo maduro muy poco común para su edad. Estilo caracterizado por la plenitud de emociones en su interpretación. Se pudo apreciar como Vladimir Valdivia, poseedor de una memoria asombrosa, interpretó de forma brillante las diferentes obras musicales de Bach, Beethoven, Chopin, Schumann y Liszt. Ya desde el inicio del concierto Valdivia entusiasmó con su virtuosidad y su sutil compenetración al interpretar la Chacona en re menor ,con su expresivo estilo, una de las mas grandiosas obras de Bach (en la transcripción de Busoni). Después de la Sonata de Beethoven conocida como „Claro de Luna“, se pudo apreciar claramente la diferencia entre un discípulo, con una cierta experiencia, que se atreve a interpretar a Beethoven y un maestro como Valdivia. Igualmente impresionantes, fueron a continuación las interpretaciones de los 3 Nocturnos en Mi bemol mayor, Re bemol mayor y mi menor, así como, la Balada No 3 de Chopin y la transcripción de Liszt sobre la canción de Schumann „Dedicación“. De las Leyendas de Liszt Valdivia escogió la No 1 „La prédica de San Francisco de Asissi con las aves“ con sus cadenas de trinos, arpegios y figuraciones cromáticas, seguida por un „Sueño de amor“ armonizando de forma muy especial con su estilo interpretativo tocando estas obras musicales con íntima expresion artística.

BADISCHES TAGBLATT 18/03/1997


DE LIMA A LINDEN. ESTA NOCHE RECITAL DE PIANO

La forma como este muchacho se despoja de su reloj, no parece ser, como si simplemente estuviera quitándose un objeto cotidiano. Este gesto también puede interpretarse como un músico que sale de la rutina cotidiana digitalizada para luego de un instante de concentración volver a su mundo de las notas musicales. La forma como este joven pianista de apenas 21 años llamado Vladimir Valdivia „hipnotiza“ su alrededor incluso con una pequena prueba de su arte se debe a su „credo artístico“. Segun él, un músico tiene una „misión“ que cumplir, que le concede al arte de la música un elemento religioso. Según la enciclopedia Brockhaus la religión es un fenómeno que significa pasar del mundo captado por los sentidos hasta alcanzar el mas allá que nos da el sentido de la vida. Por ello puede entablarse un paralelo entre la práctica religiosa y la idea de una religión acoplada al arte que se propagaba desde la época romántica y que no deja de ser evocada, sobre todo, en el mundo estético de la música. Ya que la música es demasiado abstracta, se sale de los esquemas idiomáticos. A la pregunta, que es lo que quiere expresar con su música, responde con gran serenidad: „la música solo se puede crear, interpretar o escuchar. Para Celibidache la pregunta que se quiere expresar con la música no tendría absolutamente sentido“. Precisamente porque la música no funciona como la química, donde una formula es válida para todos los científicos, en la interpretación musical es posible unir la libertad y veracidad artística sin que una compita contra la otra. Debido a esta convicción fundamental, el simple hecho de dirigirse hacia el piano, ya es para él, todo un rito; y dar conciertos „es el sentido de mi vida“. Que el joven, independientemente de la pasión que siente por la música, se esté formando desde un punto vista clásico en toda una personalidad, lo demuestran finalmente sus amplios intereses intelectuales. Es así que aparte de seguir estudios privados de las artes plásticas se dedica a la literatura y filosofía alemana, en los que además de ocuparse de Hegel o Goethe profundiza en la ensenanza de Rudolf Steiner. Cabe recalcar que Valdivia después de cuatro años de residencia en Alemania domina el idioma de este país a la perfección. El peruano parece contar también, junto con los muchos talentos que ya posee, con la habilidad de saber estar en el instante preciso, en el lugar indicado, para conocer a la gente apropiada. Fue así que en casa del editor Dr. Friedrich Vogel en Linden no solo encontró un generoso albergue, sino que allí también, se pudo integrar fácilmente, hasta tal punto que califica desinteresadamente al matriomonio anfitrión como su segunda familia. Asimismo, fue Dr. Vogel el que apoyó a este joven talento, que en el Perú a los 18 años ya había concluido sus estudios en el Conservatorio Nacional de música, para que fuera aceptado en el quinto semestre de la Universidad de música de Munich. También allí Valdivia encontró un mentor a quien no cesa de alabar.“Todo lo que he aprendido en los últimos años se lo agradezco a mi maestro Ludwig Hoffman“. Vladimir Valdivia da hoy un recital a partir de las 20 horas en la sala de conciertos del Convento de Dietramszell. Interpreta la „Chacona“ de Bach-Busoni, la Sonata KV 330 de Mozart, Variaciones Op.34 de Beethoven, Barcarola Op.60 de Chopin, la Sonata „Dante“ de Liszt y Preludios de Debussy.

SÜDDEUTSCHE ZEITUNG 08/01/1993